BUSCANDO BESOS ENCONTRE HUMEDAD

Este espacio lo utilizo para escribir lo que me apetece, a veces, tiene que ver conmigo y otras con lo vivido sin ser el protagonista, pero siempre estoy de acuerdo con reflexionar sobre lo escrito.

al otro lado del teclado estoy yo y quien me lee, ojalá algún dia la humedad solo sea de los besos que me das.

lunes, diciembre 18, 2023

LLEGAN LAS LUCES DE NAVIDAD I

“El tiempo pasa nos vamos haciendo viejos”, según dice la canción de Pablo Milanés, claro que pasa y mal seria si no pasara, lo de hacerse viejos es otra cosa por lo menos en lo físico, pues dependerá y mucho de las posibilidades económicas que hayamos tenido para llegar sanos y salvos a cierta edad, a mayor riqueza mejor alimentación, así lo dicen todos los estudios realizados hasta la fecha, por sociólogos, antropólogos, médicos y urbanistas.

 

La cirugía también influye, no es solo la genética heredada de un barrio pobre o un barrio rico, de un asalariado o de un mantenido por su herencia. Lo digo, porque al mirar a nuestro alrededor seguramente veamos más o menos iguales a todos nuestros convecinos en su semejanza de edad y apariencia, es cierto, que algunos y algunas están estupendos para la edad que tienen, y les puedes quitar entre 5 y 10 años con referencia a su edad biológica, pero si nos alejamos de la vecindad y nos adentramos en el mundo del papel couché, famosos influencer, youtubers, actores y actrices, personas del mundo de la música, de la televisión, radio, deportistas de élite y alguno que se escapará de ese campo humano, la diferencia entre la edad aparente y la edad biológica se diluye.

 

Es difícil adivinar cuantos años tiene Chers o Ana Rosa Quintana, cuántos años tendrá Antonio Banderas o Brad Pitt, todos ellos y ellas no solo disponen de una genética más agraciada, sino que además tienen las posibilidades económicas de mantener una dieta rica y sana con todos los nutrientes necesarios, alejan de su cuerpo aquello que a los demás nos provoca colesterol o diabetes, acceden a gimnasios en su propia casa o a rutinas de ejercicio elaboradas y supervisadas por su entrenador o entrenadora personal, a todo esto, que ya de por sí es mucho más a lo que tú y yo podemos acceder, se le une, las cremas y cirugía, se convierten en “victimas” de su propia belleza.

 

En estas fechas navideñas, donde vamos a cometer, casi con seguridad, todos los excesos posibles en muy poco tiempo, beberemos más vino, cerveza y más alcohol de copitas que nunca, comeremos hasta saciar mucho más allá de nuestro apetito, comeremos todos los dulces que no hemos ingerido durante el año que nos deja, dulces de los baratos, como el vino, o el alcohol, ya que tendremos que ahorrar aunque sean fechas de derroche, porque llegarán los regalos para nuestros seres queridos y la cuesta de enero, junto con nuestros alquileres, hipotecas, luz, agua y demás gastos de supervivencia. 

 

Pero a los otros a las otras, a ese grupo privilegiado de famosos y grandes empresarios, eso le trae al pairo, para ellos la navidad es gastar mucho y ganar mucho más, no se preocupan en exceso de lo que van a consumir ya que serán las mejores frutas, el mejor marisco, la mejor carne y los dulces más exquisitos, sus dietistas, entrenadores/as personales, médicos/as, y esteticistas, … les indicarán cual es el camino a seguir para que el 10 de enero estén igual o mejor que estaban el pasado 10 de diciembre. 

 

Yo, y te aconsejo que hagas lo mismo, acabo de tirar mi bascula al contenedor y hasta más allá de abril no pienso recuperarla, demasiadas comeduras de tarro llevo ya con tanta información de lo mal que va a estar mi cuerpo en mi vejez, como para encima, estar pendiente de la cantidad de peso que he cogido y estoy seguro que eso no era mío.

 

No sería descabellado que se pudiera legislar sobre la compra, me explico, cada persona tendría una tarjeta para realizar la compra según sus posibilidades económicas, pongo un ejemplo: que usted o yo compramos un kg de gambas para la cena de Navidad, nos costaría 15 euros, que lo compra Ana Rosa Quintana 250 euros, que lo compra Cristiano Ronaldo 1000 euros, al final es como si todos pagáramos lo mismo por el mismo producto, el déficit que nosotros y nosotras provocamos, se anula con lo que pagan esas celebritis. ¿complicado?, yo lo veo fácil, no se tú.

 

Las navidades serían mucho más asequibles para todo el mundo, y aquellos y aquellas, que los hay, que no pueden tener ni los mínimos, debemos asegurar que acceden a través de (comedores sociales, ayudas públicas, ingreso mínimo vital, …) a celebrar la navidad en las mismas condiciones que el resto, es decir, con sus cenas de productos típicos de las fechas y sus respectivos regalos.

 

Continuará…

Jose L. Salvador Castelo

 Educador social y Antropólogo.

Diciembre 2023

martes, noviembre 14, 2023

¿ESPAÑA SE ROMPE?

Los agoreros de la ultra y derecha, los jueces con años de mandato caducado, los ciudadanos y ciudadanas salvadoras de la patria, viejos lideres caducos, y otros vecinos de nuestros bloques, están aclamando a voces ¡España se rompe! ¡España se rompe!, ante semejante griterío me he puesto a repasar las hemerotecas, los noticiarios de tv, los programas de tertulias y algún que otro podcast económico, no encontré ninguna fisura de esa patria nuestra, ¿ni una?, me pregunté, como es posible que esta gente hable de una España a punto de romperse y yo no encuentre ningún indicio, eso es que no he buscado bien, me dije, así que manos a la obra otra vez, y os comento lo que encontré: 

 

Los grandes bancos BBVA, Santander, … han ganado miles de millones un 18% más que el año anterior, libres del impuesto especial, las eléctricas con unos dividendos inimaginables. Estamos con el mayor número de trabajadores y trabajadoras afiliados a la seguridad social de la historia, la más amplia generación de personas universitarias. Elecciones democráticas sin fisuras en ayuntamientos, comunidades autónomas, el Estado. Jura de la Constitución de otra monarca sucesora, negociaciones entre varios partidos democráticos con representación parlamentaria para conformar el gobierno de España, y esto mismo, se ha ejecutado con éxito en ayuntamientos y autonomías.

 

 Propuestas para resolver el conflicto en Cataluña ocasionado con motivo del referéndum unilateral de independencia de 2017, incluyendo una ley de amnistía para aquellos ciudadanos y ciudadanas que creyeron en esa alternativa. Subida como nunca del Salario Mínimo Interprofesional en la historia de este país; leyes por una muerte digna; por poner el consentimiento como base fundamental en las relaciones personales; por un salario mínimo vital que vaya acabando con la mendicidad; una reforma laboral más acorde a nuestros tiempos. 


No sigo porque hasta yo me canso de tanto buscar, entonces, ¿Qué España es la que se está rompiendo?

 

Se rompe la España del machismo, lo de la selección española de fútbol femenino es un claro ejemplo de rotura ¡Basta ya!. Se rompe la España lgtbiq+fobia con leyes que avanzan en el reconocimiento individual a ser libres. Se rompe la España de sentido único, ahora vemos varios caminos por donde escoger, queremos a la población vasca sin etiquetas antiguas que tanto daño hicieron, y a la población catalana, aunque muchos de ellos quieran abandonar el proyecto común, y así con cada territorio, porque cada camino es una nueva experiencia en riqueza, cultura, gastronomía, lengua y amor. 

 

Se rompe la España que hizo que la riqueza de unos pocos con grandes empresas no fuera repartida solidariamente entre aquellos que la generaban (sus trabajadores, su país, su territorio...) y se crean nuevos impuestos para acabar con esa injusticia social. Se rompe la España del sufrimiento, del luto permanente, para abrir paso a una España donde sufrir no sea obligatorio sino solo una opción, donde morir no sea una carga de dolor sino un adiós a otros territorios inexplorados. 

 

Se rompe la España del cuerpo normativo, donde solo cabía un tipo de cuerpo en nuestra tv, o publicidad, por otra España de la salud, donde se fomentan las conductas saludables no esos cuerpos
 impuestos por la industria, porque cada cuerpo es digno de ser alabado. Se rompe la España del silencio, de la locura entre muros, por una España abierta a la salud mental, dando voz y espacio a aquellas personas que la sufren y facilitando los medios para su bienestar. Se rompe la España de un solo pensamiento, la España del tridente y el rabo, la España roja o amarilla o roja, por una España multicolor, donde el pensamiento, las ideas, tengan su expresión para ser debatidas, una España donde el rojo sea un color que junto con el amarillo y el gualda forman la bandera de un país, pero nada más y nada menos.

 

Se rompe por fin esa España en blanco y negro, esa España decadente que no nos dejaba avanzar, que nos hacía cada día sospechar de nuestros vecinos y vecinas, por tener una lengua diferente, o una cultura distinta o un paisaje de otro color, por fin se rompe esa España que nunca debió de ser.

 

Sí, lo afirmo, se está rompiendo España, por fin, y ojalá nunca más vuelva sobre nuestra tierra tanta injusticia, y aquellos y aquellas que siguen creyendo en esa España del dolor, sean cada vez más minoritarios y dejen a las nuevas generaciones construir una España feminista, colorida, progresista, diversa y multicultural, una España de futuro, aunque algunos por nuestra edad solo la vayamos viendo poquito a poco avanzar.

 

Como escribió el poeta y cantante José Antonio Labordeta : 

 

“Mansamente te diriges

a la plaza Santa Cruz

a tomarte un buen vermú

con los amigos más locos

que hablan del mundo nefasto

con mucha risa y salú

y luego, tranquilamente,

a callejear, a callejear,

que la calle es tuya y de nadie más.”

 

Sevilla a 14 de noviembre de 2023

Jose L. Salvador Castello

Educador social y Antropólogo.

jueves, agosto 24, 2023

QUE COMIENCE LA FIESTA

  Desde la pandemia, se nos ha quedado el cuerpo y la mente diferentes, algunos dijeron que para mejor y otros han dicho que para peor, lo cierto, es que la salud mental de la población en general está necesitando un respiro, un chute de energía positiva, pero son los fantasmas del pasado los que han vuelto a tocar a la puerta, esa positividad se aleja, la que tantos expertos dijeron que hacían sociedades cautivas de su propio éxito, expertos que nunca sufrieron contratos basuras, impagos de hipotecas, alquileres abusivos, desplantes empresariales, abusos sexuales, violencia de género, besos impropios, racismo, xenofobia, homofobia, transfobia, esos tertulianos que lo mismo te hablan de un volcán en plena efervescencia que del aterrizaje con éxito de una nave India en el suelo lunar.

 


No, no nos dejemos engañar, la sociedad no estaba siendo cautiva por ningún éxito, estaba siendo engañada por charlatanes que transmitían que ya todo estaba hecho, ganado, legislado, como si fueran cimientos sociales inamovibles, nos decían que no había que abusar, que parece que lo quisiéramos todo, esto ocurría cada vez que se hablaba de: Derechos de la mujer, derechos laborales, derechos sociales de acceso a la vivienda, derechos para el colectivo LGTBIQ+, derechos individuales de acceso a una vida y muerte digna, derecho a la sanidad pública universal y gratuita, pero sin embargo, se nos criticaba cuando hablábamos de ganancias empresariales, como las empresas han ido ganando más y más y más, las eléctricas, los holding, los fondos buitre, las grandes constructoras, la banca, eso no había que discutirlo, pues eran los que nos ofrecían bienestar y empleo.

Todo ese macabro discurso, de vanidades y hogueras incendiarias, lo hemos comprado sin más, creyendo que hacíamos un bien por el conjunto de la sociedad, sacrificando nuestro bienestar, arrimamos el hombro como trabajadores y trabajadoras de la sanidad por el bien común, arrimamos el hombro como trabajadores y trabajadoras de las fuerzas de seguridad por el bien común, arrimamos el hombro como trabajadores y trabajadoras de los servicios sociales por el bien común, del transporte, de los supermercados, de las funerarias, de las farmacias, siendo camareros y repartideros, cuidando dependientes, todos y todas arrimamos el hombro por el bien común, mientras ellos, los intocables, ganaban más y más y más por su propio bien común. 

Y ahora llegado el tiempo, donde el cambio climático que niegan aquellos que defienden a los que ganaban más y más y más, donde nuestra salud mental se encuentra en la UCI por falta de perspectivas de presente y futuro, donde nuestros empleos agotan nuestras escasas energías, ahora que el tiempo nos atormenta los ratos de sosiego con inflaciones, guerras cercanas, y abusos de poder, ahora que han de soltar tanta ganancia acumulada para paliar tanto dolor provocado, ahora ellos, los del más y más y más, se han quedado sordos, están apenados porque la sequía les obliga a subir precios, los costes laborales les obliga a contratar a menos gente,  y la subida de intereses del dinero les obliga a encarecer nuestros alquileres o compra de vivienda, y por eso están apenados, y desde la pena no pueden ayudarnos, y les hemos vuelto a comprar su discurso, y vuelven a ganar más y más y más.

Tenemos que subirnos a su gran mesa de madera de cerezo, y desde la más absoluta desvergüenza levantarnos la falda y bailar como si lo hiciéramos en el bosque de las brujas, y cantar como si estuviéramos en lo hondo de la mina con el quejío sordo del carbón arrancado a la madre naturaleza, y reírnos a carcajadas sin espacio para el desaliento, y manchar con nuestra saliva sus cuentas bancarias, sus informes económicos, sus tarjetas de crédito y sus teléfonos móviles, y darles miedo, tanto o más que el que les hemos tenido nosotras y nosotros, y sentir que su miedo acompaña el temblor de nuestro baile, y que sus lágrimas caen sobre la saliva depositada en sus riquezas.

No hay un mundo reformable, porque no han querido reformar nada, hay un mundo que cambiar porque necesitamos un mundo nuevo, sin esclavas ni esclavos de un sistema que lucha por eliminarnos de la faz de la tierra, ya no somos necesarias, ahora viven de una realidad virtual y paralela, o la rompemos o llenaremos de nuestras cenizas el mar, océanos, tierra y cementerios.

Yo ya me he puesto mi falda, empecé a reírme y solté un quejío como nunca lo había oído. QUE EMPIECE LA FIESTA.

 

Jose Salvador

En plena ola de calor agosto 2023