
Cuenta la leyenda, que hace más de un tiempo, las mujeres comenzaron a oler a canela, especia que refleja el ardor de la lucha, el aroma de los objetivos conseguidos y la sensualidad de la batalla ganada con la palabra.
Mas adelante en otro tiempo, distinto al tiempo anterior, pero no antes ni después, la mujer saboreo el sabor de la rosa, bonita flor, pero comprobó que está también tenia espinas y sospecho de su belleza, o mejor dicho, sospecho de los hombres que sometían a la mujer a la belleza de la rosa, olvidando su sabor a canela y los objetivos conseguidos.
Otro tiempo, más allá del espacio, vistió la mujer su época de frutas, unas exóticas, otras agrias, otras fuertes, pero todas válidas para su lucha, daban energía, pero sobre todo, eran diferentes, como ellas, distintas, pero todas mujeres.
Y en este tiempo, mezclo todo, y creo, las mil y una noche, y lo dio a beber en su casa a aquellos que merecían del reposo en su lar, y compartió con mujeres y hombres, esta bebida, que provoca horas de dialogo, y amistad compartida, lo llamó “TE DE LAS MIL Y UNA NOCHE”, porque allí, en aquel brebaje estaba la esencia de lo que quería “Canela, azahar, rosas y frutas” y que nadie pregunte, porqué, pero la mezcla de estas esencias han provocado a lo largo de los tiempos, el DON DE ARDER de mujeres que están cambiando el mundo.
Espero ser uno de los privilegiados que se sienten en tu estancia a saborear este TE y compartir esta lucha.
Jose Salvador
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