Para escribir más, para no ser Perenne
Este invierno tristón y gris, se está haciendo demasiado largo, al sol le cuesta trabajo aparecer, tanto, como a mi escribir, mi amiga Rosa me dice: “que poco escribes ya y cuando lo haces parece que sin ganas”. ¿Será verdad que las letras se me están revelando, se habrán ido a climas más cálidos como hacen los flamencos en su visita al África majestuoso para pasar sus inviernos? La verdad que no lo se, es muy probable que todo y todas y todos, tengamos que hibernar de vez en cuando, para dejar fluir savia nueva.
No quiero convertirme en pensamiento perenne, se que en la naturaleza hay árboles que así tienen las hojas, pero me gustan los dorados y ocres del otoño, ver las hojas sembrar el suelo de forraje, me gustan los verdes oscuros y luminosos de la primavera junto con la explosión de colores, y esos amarillos del verano cuando la estación empieza a secar y cambiar los verdes primaverales, y de nuevo, ese dorado de la vejez, un año y de nuevo a caer y a esperar para crecer. Me ratifico NO QUIERO SER PERENNE.
Ufff, esta lluvia, me esta gustando, me moja y me pides que te abrigue, te abrigo y me pides que me acerque un poco más. Nunca entendí porque llovía, hoy se que llueve para abrigarte. Que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva, que caiga un chaparrón, que moje los cristales de la estación, que llueva, que llueva, que mientras te abrigo yo.
Ahora, pasado unos segundos vuelvo a imprimir este dichoso papel, lleno de tinta láser, de ideas, de estaciones del año.
Jose Salvador
Finales de enero 2009
1 comentario:
El invierno puede ser largo pero siempre hay después una primavera. No es malo hibernar de vez en cuando.
Besos.
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