A tu vera
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.
Que no mirase tus ojos,
que no llamase a tu puerta,
que no pisase de noche,
las piedras de tu calleja.
A tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.
Mira que dicen y dicen,
mira que la tarde aquella,
mira que se fue y se vino,
de su casa a la alameda.
Y así mirando y mirando,
así empezó mi ceguera,
Que no bebiese en tu pozo,
que no jurase en la reja,
que no mirase contigo,
la luna de primavera.
Ya pueden clavar puñales,
ya pueden cruzar tijeras,
ya pueden cubrir con sal,
los ladrillos de tu puerta.
Ayer, hoy, mañana y siempre
eternamente a tu vera.
Por nosotros, por ellos, porque nos lo merecemos, le pese a quien le pese.
http://www.youtube.com/watch?v=z_MtsL4WYo0 (por si te apetece escucharla)
2 comentarios:
Pos estos del seillas negro, parece que están riñendo. Los muertos de hambre también tienen problemas.
Cierto es que un simple instante si se toma como tal, aislado, puede deformar la realidad y darnos a entender lo que es o lo que no es, pero de ahí a ver en ese aparente afable instante riña en vez de ternura...?
Itan
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