BUSCANDO BESOS ENCONTRE HUMEDAD

Este espacio lo utilizo para escribir lo que me apetece, a veces, tiene que ver conmigo y otras con lo vivido sin ser el protagonista, pero siempre estoy de acuerdo con reflexionar sobre lo escrito.

al otro lado del teclado estoy yo y quien me lee, ojalá algún dia la humedad solo sea de los besos que me das.

sábado, octubre 09, 2010

Gemidos de placer












Hace tiempo que no se oyen gemidos en los cuartos de las casas, en las habitaciones de los pisos, ahora solo oímos discusiones, parece ser que la crisis solo nos trae desgracia, nunca cambios. Queremos, quiero oír gritar de placer a mi vecina, quiero sentir vergüenza y ponerme realmente colorado al sentir gozar al tiarron del tercero b, quiero tener que mirar para abajo en el ascensor cuando coincida con los vecinos del 1º A, pues sus gemidos los tendré presentes cada vez que los vea, pero sus gemidos de placer, sus palabras obscenas que reflejan sexo puro y duro, pero sexo placentero.

Quiero dejar de mirarlos a la cara, para que intuyan que no me gustan los gritos desesperados por eternas discusiones de quienes ya no se soportan. Quiero que no sean ellos los que sientan vergüenza por haber sacado los trapos sucios a lucir por el patio de vecindad, quiero que no sean ellos los que sufran el desprecio de no ser saludados por sus obscenas palabras de falta de respeto.

Necesito quiero oír cerca los ¡ay!, los ¡me gusta lo que me haces!, los ufffffffff, los uhmmmmmm y sobre todo: ¿te ha gustado amor, que tal si repetimos pero ahora en la cocina? Quiero conocer todo el vocabulario de mi bloque para expresar deseo, placer, lujuria, quiero que salten las lámparas del techo de mi cuarto del movimiento de la cama del de arriba, quiero que la ropa interior sea renovada porque fue destrozada en la furia de la pasión, quiero que el sexo se apodere de nuestro bloque, de cada una de sus casas, sean alquiladas, compradas u ocupadas, quiero sentir, que vivo sobre, bajo y entre el placer de personas que se quieren, que se aman, que se desean, Quiero escuchar sonoros y vergonzosos gritos de placer.

Y como todo buen vecino, empezaré yo, comenzaré yo, a gritar, a traer placer, a llenar de "oxigeno" mi cuarto, a sentir como cada centímetro de mi piel es puro deseo, puro arrebato de lujuria, sentir como mis compañeros de piso se avergüenzan de mis gritos, de los gritos de mi amante, a notar como las músicas suben de tono para no sentirnos espías de los gritos placenteros del amante recién llegado.

Quiero que el rojo de la cara sea un color más natural, ¿Cuánto tiempo hace que no te sonrojas?, yo hace mucho, que no me sonrojo por el efecto de la piel, del placer, hace mucho tiempo que no noto la vergüenza de haber sido escuchado, casi saboreado, casi sentido.

Dejaros de vergüenzas en este tiempo, dejaros de tapujos, y respetando el silencio de los cuerpos que se quieren, gritar de placer, llorar de lujuria, reír de gozo, y hacer que el mundo sepa que a pesar de todo, seguimos siendo los mismos seres que antaño al ver pasar un buen culo, unas buenas piernas, o un buen paquete gritábamos, ¡Dios! ¿si existes? mándame uno, que hace tiempo que mis compañeros de piso creen que soy mudo.

Jose Salvador
Llueve en Sevilla
octubre 2010

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