Al pasar lo vi, solo, como abandonado por alguien o por todos
mire a cada uno de mis lados y nadie, no había nadie
pareciera que la tierra se había tragado cualquier esperanza
cualquier indicio de que en un pronto la Y de Antonio estuviera acompañada
ni siquiera se quien es Antonio
pero sin saberlo me reflejaron miles de ellos
que están así solos
sentados en un banco esperando que alguien
que uno o mas de uno cubra la Y con sentido.
Antonio sigue solo, miles de Antonios gritan en silencio
porque en su banco se siente
porque en su banco se cierre
la y griega la Ye.
Ante la mirada triste y lejana de un banco
en el paseo marítimo de Almería
mas allá de la térmica
llegando a la universidad
nació este homenaje a los Antonios
a los solitarios, que lo están,
porque nadie se sienta en sus bancos.
Jose Salvador
Enero 2011
1 comentario:
¿Por qué ese sentimiento de soledad? ¿No será que quien se siente, y siente, con Antonio no ha de ser para aburrir con la monotonía del tiempo? Puede que en realidad no esté solo y que lo que está es muy acompañado, por todas/os los que se van sentando en diferentes momentos, sin ataduras, simplemente de paso, sin monotonías, simplemente uno o varios —que en el banco bien pueden entrar hasta cuatro más—, sin abandono, simplemente disfrutando, sin soledad, simplemente muchos, y distintos, momentos...
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