Han hecho las calles demasiado grandes para pasear solo
Desde una acera a la contraria, caben tantas historias
como gotas de alquitrán la han formado.
Las calles vacías, sin espacio,
ya están llenas de coches aparcados,
de pisos, de asfalto, las calles digo,
ya no me hacen caso.
Me han visto pasear solo
si nadie a mi lado, hablando,
con lágrimas en los ojos,
gritando tu nombre,
que no era nombre
sintiendo cogerte del brazo
riendo con tu boca
besando con mis ojos.
La calle me ha perdido el respeto,
por verme sólo,
sin paseo, con tiempo,
sin abrazos ni besos,
sólo, como los locos.
La calle es solo asfalto
dónde están los otros.
Jose Salvador
desde la cama 08/01/2012
1 comentario:
Te podría dar una respuesta política, de cuando la importancia: '¡y veremos a Dolores pasear, por las calles de Madrid!', pero dicho y hecho. Los poemas no tienen respuesta, más las vías romanas fueron hechas tanto para el tránsito, como para la observación, tu, yo, cualquiera en la calle está en el escenario de la vida, a saber cuantos deseos, cuantos desprecíos, cuantas emboscadas y cuantos encuentros se pueden dar. Todos los días, como los grandes intelectuales, esto me lo dijo así una amiga metafísica, me dijo lo que viene ahora, no lo de los instelectuales, hay que pasear no menos de veinte minutos, sin rumbo, sin misión ni utilidad, y eso si: sólo.
Publicar un comentario