La que se ha liado con
los elefantes, tiros en los pies, nacionalizaciones de petroleo,
prima de riesgo, perdida de elecciones, Consejeros de empleo en la
cárcel, depresión económica, subida de tasas, subida de
medicamentos, recorte de pensiones, anulación de oposiciones, huelga
de pilotos, intervención en las comunidades, la noche de Carmina. En
fin, que me he relajado un poco y casi no me encuentro el país, a
pesar de ello no voy a hablar de la crisis, ni de la economía, ni de
la velocidad de los coches si sube o baja, no quiero hablar de los
políticos corruptos en prisión o como diputados autonómicos, no
hablaré de Argentina aunque me gustaría ir, ni de los elefantes, no
mencionare a nadie con Corona, ni haré leña del árbol caído, no
hablaré del euro y su mal hacer, ni de los dirigentes alemanes o el
famoso mercado, no hablaré de nada de lo que ya todos hablan, y
hablan, y hablan, y hablan.
Quiero hablar de ti, de
mi, de nosotros, de ellos. De la gente que andamos dando vueltas, sin
saber si esta noria parará o nos tendremos que tirar en marcha,
hablaré de mis noches sin luna y de mis días sin sol, de tus
miradas a otros ojos y de tus besos al aire por no saber a quien
dárselos, quiero hablar de las manos que tenemos demasiado atadas y
nos cuesta soltarlas para acariciar a los que tenemos cerca, y a
veces, solo a veces, damos abrazos porque necesitamos sentir que
estamos vivos, que somos carne y piel.
Quiero hablar de las
abuelas que siguen regalando onzas de chocolate a sus nietos y estos
la devoran como si fuera el mejor manjar del mundo. Quiero sentir de
nuevo mis mejillas mojadas al escuchar esa canción que habla de lo
nuestro, de lo que ocurrió, o quizás de lo que debía haber
ocurrido o de lo que nunca existió pero tanto me gustó imaginar.
Quiero hablar del olor
cuando entras en mi habitación, porque aunque tenga los ojos
cerrados se que eres tú, porque hueles a ti, a lo que eres, a lo que
sientes. Quiero hablar del espacio que nos separa, de la distancia
que tendremos que recorrer para poder querernos, del tiempo necesario
para saber que tus besos son parte de los míos y tu saliva me indica
que ya has llegado a la puerta de mis labios. Quiero hablar de cuando
no estas, de tus ausencias, de esos tiempos, momentos, que siento
como la soledad me abraza con fuerza, como me atrapa para no dejarme
escapar, como me acomoda, me arregla el sofa y pone en la tele el
programa que mas plano dejara mi pensamiento. Quiero hablar de mis
palabras sin sonido, de mis sonidos en silencio, de mis ruidos que
son sordos, quiero contar porque a veces estoy callado, quiero contar
porque grito tan continuo.
Quiero marcar tu numero
de teléfono y saber que decir al cogerlo, aunque sea estar callado
durante los minutos que marque la operadora necesarios para el cobro
de una llamada, quiero escuchar que no escucho nada, pero a la vez,
quiero que me grites, que digas mi nombre, que menciones lo
importante de estar ahí, que me recuerdes que te quiero, pero sobre
todo que me digas que me quieres aunque yo sea un mar de dudas en los
sentimientos.
Quiero dejar la economía
para los que quieren arruinar la vida de los demás, yo lo que quiero
es hablar de la vida, aunque no sepa como hacerlo, pero hablar de
ella, para poder sentirla, para tenerla cerca.
Quiero que me rompas el
corazón en mil pedazos para saber que lo tengo vivo, quiero que me
unas cada trocito con tus besos para saber que tu saliva ya entro por
la puerta de mis labios, quiero que me digas que te cuesta mirarme a
los ojos porque volveras a enamorarte de mi, quiero que me hagas
llorar para volver a mojar mis mejillas, quiero sentir, sentir,
quiero sentirte aunque no me convenga.
Quiero que me regales una
onza de chocolate para dejar que se derrita sobre tu piel y tomarla
mezclada con tu aroma, con tu sabor, con tu olor, con tus idas y
venidas, con mis fracasos, pero sobro todo, con lo que somos, con
nuestras vidas.
Jose Salvador
25 de abril de 2012
Dia de la Libertad en
Portugal.
1 comentario:
Ah, que rico, se cumplen años de la Revolución de Los Claveles, lo había olvidado. Estas para comerte. Los elefantes: en la sesión de dejar de fumar con hipnosis, la clave el elefante blanco...
Nos vemos pronto quitate el sudor.
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