Las organizaciones
sociales destrozadas, como se mató a la gallina de los huevos de
oro, cayeron en la trampa del sistema, de adorar el oro del Rey
Midas, creían que el sistema se había vuelto amable y les iba a
regalar lo que durante siglos les había robado a (asociaciones de
vecinos, sindicatos de clase, organizaciones juveniles, de mujeres,
…..), y el sistema solo quería verlos disfrutar del oro, para
crear dependencia, corruptos y luego volver a quitárselo pero
hundiéndolos en la miseria (fallamos, los sindicatos en gastar el
dinero en lo que no era lícito seguramente, o desviar dinero de
Formación para pagar alquileres de sedes donde atender a los
curritos despedidos, o algún desaprensivo en llevárselo calentito a
casa, y negociaron ERES y despidos como si fueran los reyes del mambo
creyendo que habían vuelto a ganar, jajajja ahora llega la mano dura
y siniestra de la derecha y pone todo el sistema a trabajar, jueces
imputando, policías registrando sedes, y sobre todo, el pueblo, al
que sirven, renegando de ellos, hemos caído, amigos hemos caído,
costó sangre sudor y lágrimas ganar una parcela de poder para los y
las trabajadores, lo pusimos en la Constitución, y el Rey Midas,
(capitalismo) los ha borrado del mapa.
El resto de colectivos,
han ido muriendo, poco a poco, lentamente, sin ocupar ni una triste
reseña en un periódico local, miles de esfuerzos, de lucha, de
acciones, metidas en cajas de cartón, olvidadas en el mas oscuro de
los almacenes. Al resto, nos pillo, con el macramé, los viajes a
Benidorm, el yoga, el consumo responsable, la ecología de maceta, y
viendo como se iba apagando Cuba o se revelaba un tal Chavez en
Venezuela, como extrañas y raras referencias.
Hemos perdido la
partida, no la batalla, pero si la partida, y nos han dejado echos
trizas, arrastrados, puteados, pobres y hambrientos, jodidos en
nuestra dignidad, pedigüeños de comida en Cruces Rojas, Caritas, o
el domingo llevando a la familia a comer al comedor social de las
monjitas, aquellas a las que hace poco les debamos lo que íbamos a
tirar, en programas de televisión llorando nuestras penas para
salvar nuestros bolsillos, embargados, desahuciados, encarcelados, ….
nos han robado hasta las ganas de robar.
No queremos violencia,
renegamos de los queman contenedores, de los que habilitan barricadas
para que no pase la policía, levantamos las manos diciendo que esas
son nuestras armas y mientras las tenemos levantadas, legislan para
que no nos acerquemos a ellos, ni a sus casas, ni a sus trabajos, ni
siquiera a sus bancos, y nos convierten en criminales con las manos
levantadas, porque ya no somos capaces, ni tenemos fuerza para cerrar
los puños.
Y, yo me pregunto ¿Donde
la REVOLUCIÓN? Que necesita una sociedad para levantarse y despojar
del poder a todos aquellos que están destrozando, robando,
masacrando y exterminando los derechos conquistados, que no son de
ellos pero tampoco son nuestros, porque son conquistas con nombres y
apellidos: quemadas en la fábrica por el derecho de la mujer
trabajadora, tiroteados por policías y empresarios en la Huelga por
las tres 8, arrojados desde el quinto piso por una vivienda digna,
fusilados en las tapias de los cementerios por la Libertad,
pisoteados, violados y destrozado su lugar de ocio por ser gays,
gaseados por ser judíos, masacrados por ser Palestinos, todos ellos
cada uno de ellos y cada una, han escrito la Historia, han
posibilitado que tú y yo seamos libres y sepamos que existen los
derechos ¿Les debemos algo?
Y más cerca, siguen
cayendo, en Ceuta y Melilla en la valla de la vergüenza, en el mar
mediterráneo en pateras de esperanza, y decimos que vienen a quitar
trabajo, pero nosotros vamos fuera a explorar países, a buscarnos la
vida, a demostrar lo que sabemos hacer. ¿Hipocresía?
La derecha Política y
Económica ha destrozado, sin disparar un solo tiro, sin tirar una
sola bomba, sin usar una cámara de gas, repito, ha asesinado la
esperanza, la lucha, los derechos de millones de ciudadanos y
ciudadanas, ¿cuando serán juzgados? Habrá que sentarlos a todos en
un macrojuicio y que respondan ante la sociedad por todos y cada uno
de los crímenes cometidos y que no pueda existir ni un rincón en el
mundo donde esconder tanta indignidad tanto despropósito.
Pero seria injusto por
mi parte no reconocer las miles, millones de buenas personas, que
desde los sindicatos, los colectivos sociales, los partidos políticos
de izquierda, desde la más estrecha solidaridad, luchamos cada día
por cambiar este panorama, vamos casi hechos harapos, con la mente
destrozada, nos cuesta hasta pensar, pero sabemos parar un momento,
mirar al cielo, o al mar, o al verde del campo o al silencio del
desierto, y recordamos los ojos que nos han mirado y que nos miran,
aspiramos fuerte, y gritamos, GRITAMOS CON LOS PUÑOS CERRADOS, que a
la memoria nadie, nadie podrá traicionarla y por suerte, nos
seguimos acordando de cada uno de ellos y de ellas, y seguimos
luchando, por nuestra dignidad, porque os lo debemos.
Jose Salvador
Enero 2014
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