Cuándo
era pequeño me enseñaban en la escuela y en mi casa, aquello de
“niño pórtate bien, que quien siembra odio recoge odio” por lo
tanto, y en una regla de tres, quien siembra recortes, recoge ….....
Estas
reglas de juego hay que cambiarlas, esto no puede seguir así, no
puede ser más importante, un trozo de papel, llamado billete,
inventado por nosotros mismos, repito, no puede ser más importante
que la vida de las personas, que su salud, que el derecho a tener una
existencia digna, con los suyos, con su gente, en su cultura y
conociendo otras gentes y otras culturas, los billetes, la moneda,
que nosotros mismos hemos puesto en marcha, no puede, no debe,
provocar nuestra muerte por falta de atención médica, o desalojados
y desahuciados de nuestras casas, o muertos en accidente de tráfico
por el mal estado del viario público. Nuestro cerebro no puede estar
retenido, constreñido, sin poder investigar para mejorar la vida, la
salud y la organización social, por esos mismos billetes inventados
por ellos y ellas.
Somos
seres inteligentes, tendremos que demostrarlo, no podemos seguir
mintiéndonos, como si esto no fuera con nosotros y nosotras, como si
la organización social, la sanidad, la educación, la cultura, la
investigación, la vivienda, las carreteras, la libertad, los
derechos humanos, la participación, la familia, nuestros semejantes,
como si todo eso, no tuviera nada que ver con nosotras, con nosotros,
porque nos volveríamos a mentir, porque todo eso, es lo que somos,
para lo que estamos aquí, por lo que vivimos.
Vivimos
para ser y por ser libres, vivimos por nuestra capacidad de amar, a
la familia, al que tienes cerca y por empatía al que más lejos está
de ti. Vivimos para sentir que tenemos una misma raíz, que cuando
hablamos nos entendemos y sino lo hacemos utilizamos medios para
sentirnos participes de la comunicación, el cine, la música, el
teatro, el juego, el deporte, la Cultura, existe, la hemos ido
creando a través de miles de años para sentirnos vivos,
pertenecientes a la misma raza LA HUMANA.
Vivimos
para ser felices y hacer felices a los demás, las pérdidas humanas
por la propia idiosincrasia de la vida o aquellas que nuestra forma
de organizarnos ocasiona, accidentes, guerras, genocidios,
asesinatos, nos van destrozando el sentido propio de nuestra
existencia. Las naturales porque queremos negarnos a perder a ese ser
querido que nos habla cada vez que necesitamos una palabra, que nos
abraza sin necesidad de pedirlo, que nos ríe, aunque el mundo este
lleno de tristeza, esas perdidas nos rompen, nos lesionan, pero al
paso del tiempo nos llenan de paz, pues descubrimos que existen en
cada gesto que hacemos, en cada risa que damos, en cada abrazo que
ofrecemos sin que nos lo pidan, en cada lucha contra la injusticia, y
construimos un día a día mejor.
Las
otras, las violentas, las que ocasionan las guerras, los accidentes,
las enfermedades no investigadas ni financiadas su cura, la dejadez
en la miseria, el hambre, el abuso de poder desde el estado, desde la
pareja, desde el trabajo, desde la escuela, cualquier abuso, la
negación de la superioridad del Ser Humano por el simple hecho de
serlo y de la Naturaleza por ser una parte indivisible de él, todas
y cada una de las muertes que día a día provocamos, provocan, todas
ellas, nos quitan un trocito más de razón, nos van limando lo que
llamamos alma, nos escupen a la cara frente al espejo, nos desgarra
el corazón dejando jirones en cada entierro, en cada tumba, en cada
Mar. Nos aleja del infinito afán de ser lo que somos, Humanos.
Fieles
a aquellas mujeres que murieron asesinadas, quemadas en la fábrica
por su jefe, por pedir igualdad frente al hombre, por pedir dignidad
en sus salarios, en sus derechos, y más de un siglo después, en la
meca del cine, en los Oscar, una actriz vuelve a pedir Igualdad para
la mujer, igualdad de salario por el mismo trabajo, más de 100 años
despues seguimos en las mismas.
Fieles
a aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas, que las
dejaron en el camino por ayudar a terminar con las enfermedades,
Pasteur con las bacterias o Fleming con la penicilina, o Marie curie
en la radiactividad, o Rosalind Franklin en la investigación del
ADN, y hoy cientos de años más tarde seguimos vaciándonos cubos de
agua para que se investigue sobre el ELA, o el cáncer, o Sida,
porque los que hemos elegido, han elegido, para gobernar no son
fieles, no tienen memoria.
Fieles
a los miles de hombres y las miles de mujeres que han muerto luchando
por nuestro derecho a la seguridad social, a tener un salario digno,
a no ser discriminado por nuestro color, nuestro aspecto, nuestro
sexo, nuestra sexualidad, nuestras creencias, miles de hombres y
mujeres fusilados por luchar día a día, asesinados en campos de
concentración, humillados y obligados al exilio, tirados en las
cunetas, por defender nuestra cultura, nuestras creencias, por
hacernos mujeres y hombres libres. Fieles a cada uno de ellos, a cada
una de ellas, no necesito poner nombres, porque se que tú tienes
muchos en tu memoria, en tu día a día.
Por
todo ello, sé y estoy seguro, que la crisis no a terminado,
mientras no volvamos a ser fieles, mientras no creamos en nuestra
capacidad de cambiar el mundo, porque el mundo se cambia desde casa,
desde el barrio, desde el trabajo, desde el vecino y vecina, desde
nuestra familia, porque el mundo no es algo extraño que existe en
los mapas, el mundo, este mundo, es donde tu y yo pisamos cada
mañana, donde lloramos y reímos, donde jugamos y nos aburrimos,
donde vivimos y donde morimos.
O
volvemos a ser FIELES, o seremos esclavos de nuestra propia
existencia, de nuestro dinero del que tenemos, del que debemos, de lo
que otros han pesando para nosotros y nosotras. O somos fieles, con
todas las contradicciones del mundo, con todos los cansancios, los
hartazgos, las descreencias, las muertes, los fracasos, los dias de
frio y los de calor, la desesperanza, las perdidas queridas, los
grandes hermanos, la tele, internet y el washapp, o somos fieles, o
ellos y ellas seguiran siendo fieles a sus ideas (Merkel, Rajoy,
Hollande, Maduro, la banca, las multinacionales, las empresas
farmacéuticas, los corruptos, los asesinos, los que están y los que
llegarán) todos ellos, y cada uno de ellos, nunca dejo de ser fiel,
y cada vez que pueden lo han demostrado.
Creo
en cada uno de nosotros y de nosotras, en nuestra capacidad de
cambiar el mundo y por eso se que soy Humano y que tu también lo
eres. Os quiero, me tengo que querer.
2015
febrero, año electoral. Ser fiel.
Jose
Salvador. Sevilla
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