Ahora,
enterrado el muerto, sin honores pomposos, ya decía que la historia
no permite fastos grandilocuentes a personajes como Fidel, no corren
tiempos para revolucionarios, hasta sus defensores lo tienen que
hacer con la boca pequeña para no escuchar aquello de "pues
vete a Cuba", como si la solución a los conflictos fuese así
de sencilla.
He
oido, a gente culta, o por lo menos letrada, comparar a Fidel, con
LePen (Francia), Umberto Bossi(Italia), Norbert Horfer (Austria)
Trump (EE.UU.) todos ellos dirigentes de la extrema derecha europea y
un Norte Américano, racista, xenófoba, homófoba y excluyente. Unas
ideologías que nos recuerdan al avance de las ideas fascistas de
Mussolini en Italia o Hitlert en Alemania, y todos y todas sabemos su
legado: millones de muertos en campos de concentración y una guerra
mundial. Comparar a Fidel Castro, con esos personajes me parece como
mínimo injusto, rayando la indignidad de quien lo hace. Seguro que
Fidel tendrá muchas cosas por las que ser criticado, estoy seguro,
pero compararlo con la extrema derecha europea me parece ridículo.
Como
decía, quemado y enterradas las cenizas del muerto, quedan los
vivos, ¿Quién se ocupará de ellos?, ya no está Fidel, ni ausente,
ni presente, simplemente no está. Pero queda Cuba, toda una isla,
todo un pueblo, una pequeña Isla hasta ahora independiente en medio
de un mundo maniatado por las grandes potencias, los intereses
políticos estratégicos y las economías de un mercado libre que es
capaz de hundir un país en minutos (veasé Grecia, Irlanda, …), y
ahí está Cuba, el caribe, con su verdad y con su mentira, con su
doble moneda y su doble moral, pero Cuba. ¿Quién pondrá en marcha
el proceso para que los cubanos y cubanas libre y soberanamente
decidan como integrarse en esta nueva era?. Los Estados Unidos de
América tienen a Trump, el mismo se define con sus ideas y sus
actos, si capitanea ese cambio, Cuba volverá a ser el prostíbulo
que puso en marcha el dictador Batista. Si lo hace Europa, quizás
las libertades individuales sean un eje de acción a cambio de poner
en marcha una economía de mercado que pondrá la isla en venta para
las grandes fortunas, casí seguro ninguna cubana. Jodida esta la
cosa, parece ser, la opción rusa ni se cuenta por las pocas
posibilidades de plantear una alternativa diferente a la de Trump.
O
el pueblo cubano se arma de valor, busca líderes locales y
nacionales, que apuesten por un desarrollo sostenible de la isla, de
sus productos y su turismo, con un desarrollo de las libertades
individuales, comunitarias y políticas que avancen en el espíritu
crítico que soñó cualquier revolución, o por desgracia, el gran
lobo que lleva esperando desde aquel año nuevo de 1959, devorará la
Isla, y las dentelladas las sufrirá solo el pueblo cubano. Ahora es
momento, de otra revolución. ¿Alguien dispuesto a liderarla?.
Viva
mi Cuba, mi son. “ y verán que no exagero, si al cantar la
habanera repito: La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz la
habana con más salero. Carlos cano.”.
Jose
Salvador, acabando el año 2016 un 5 de diciembre.
1 comentario:
El problema de toda dictadura es el patriarcado. Tan es así que Fidel estaba fuera oficial del poder y hasta que ha muerto no se le ha dejado fuera de lo oficial. ¿Quién se ocupará de ellos? Ellos. Los de dentro y los de fuera, que tiene de 11.000.000, 4.000.000 en el exilio. Una democracia también plantea el dilema cada día. El asunto es si queremos ser ciudadanos o súbditos. Si podemos serlo, ah, y si queremos tomarnos la molestia. Creo que ya está bien de nuestras viejas romantiquerías, lo digo por mi. Y Cuba dejó de ser un casino, pero volvió a ser un burdel, y esto no mancha la educación ni la sanidad. La conquista de las libertades es una cosa muy bonita, el mantenimiento otra. Yo he oído la palabra neutralizar, allí, que no es ninguna broma. Con todo fue un ejemplo singular, único, resistente y admirado. La gente llevada siempre piensa ¿quién se va a ocupar de nosotros? Nosotros. Es difícil, lo se, y esto, todo, tiene mucho que hablar. Ha hecho bien Fidel de no querer estatuas, que es lo único que ha dicho que no quería. En la época de la imagen ya están bien sus épicas fotos.
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