Malditos los
mercados que mandan en el mundo y los secuaces que hacen posible que
eso sea así. Porque cada paso del “mercado” hacia delante, son
años de las personas hacia atrás, ¿Cómo creer en unos estados que
abrazan sin miedo un sistema que abandona a la miseria a seres
humanos? ¿Qué sistema es ese, inventado por el ser humano, que
provoca hambre, guerras, destrucción y sigue diciéndose que es el
mejor de los conocidos? ¿Nos imaginamos que pensáramos así en la
ciencia médica, o en la música, o cualquiera de las artes, si fuera
así seguiríamos muriendo por una simple bacteria, o escuchando el
ruido de dos palos al chocar, o pintando en cavernas? ¿Nos
imaginamos que alguien nos dijera que es mejor seguir muriendo de
cáncer a investigar como acabar con él, porque el que hay ya es
conocido y para qué experimentar nuevos fármacos o curas?
Traslada
todo eso, a la forma de estar organizados: Ponemos en marcha una
moneda, una moneda que nosotros mismos (lease gobiernos) han
inventado, le han dado un valor, y se han puesto a imprimir, a cada
estado participante del club del invento, le han dado un número
determinado de monedas y le han dicho, si necesitas más, no dudes en
pedirlas, y así ha ocurrido, cada vez que hacia falta, para lo que
fuese, licito (mejorar el sistema de salud, las pensiones, las
comunicaciones, …) o ilícito (obras faraónicas innecesarias,
corruptelas, enriquecimiento de la banca y de las grandes fortunas,
….), repito, cada vez que hacia falta se pedía, pero un día, los
que pusieron en marcha esa moneda, dijeron, oye, tú, si tú (Grecia,
Irlanda, Portugal, España, Italia, …) ya no tenéis más monedas y
además nos habéis pedido muchas veces, ahora queremos que nos las
devolváis y al precio que nosotros decidamos, es decir, por cada
moneda prestada queremos que nos deis tres mas, y ya, hoy y mañana,
no más tarde, y sino tenéis quitársela a los ciudadanos, desmontar
el sistema de salud gratuito si fuera necesario, rebajar las
pensiones, subir los impuestos indirectos los mas injustos para que
el capital no se asuste y abandone vuestro estado, los gobiernos
empezaron a realizar ese trabajo, la ciudadania se lanzó a al calle,
y los gobiernos nos dijeron “ciudadanos, ciudadanas, si no pagamos
lo que habéis gastado de más, ¿nosotros?, nos echaran de la moneda
y si nos echan pasaremos mucha más hambre y mucho frío, y nadie nos
querrá, y nadie nos prestará dinero, y seremos los apestados del
mundo, iremos a la deriva y lo que hoy conocemos dejará de existir,
y la gente, la gran mayoría de gente que toda la vida había vivido
con lo puesto, tuvo miedo y tímidamente volvió a sus casas, en las
calles solo quedaron grupos de jóvenes insensatos, abuelos aburridos
de la vida, y algún que otro nostálgico del comunismo que tantos
males había traído.
Y
comenzaron los recortes, y la sanidad había que pagarla, en la
nómina, en la farmacia y en el copago, y las utopistas más caras, y
las calles de las ciudades sin arreglar, y todo lo conocido se iba
privatizando, y los que nos habían metido medio montaron empresas,
que negociaron con nuestra salud, que se quedaron con la distribución
de nuestro agua, de nuestra energía, y nos subieron el IVA, y nos
despidieron de nuestras empresas, y nos contrataron por días, por
horas, por salarios que no daban para pagar nuestra casa, y los
bancos, a los que les habíamos dado el dinero que había pedido
nuestro gobierno, nos quitaron nuestras casas, y nos humillaron
públicamente sacando nuestros enseres a la calle como malos
ciudadanos que no queremos participar de este gran sistema, y nos
llamaron antisistema, comunistas, holgazanes, gente sin futuro,
generación perdida.
Y en la
tele, y en la prensa, todos y cada uno de los conocidos, nos seguian
diciendo que era el mejor de los sistemas, el más bueno, el que más
nos queria, ¿de verdad somos tan torpes los que hemos investigado y
conseguido llegar al espacio mas o menos lejano, como para no crear
un sistema más igualitario, sin pobreza?.
Algunas
tímidas voces, desde los asientos de ese poder Omnipresente, han
comenzado a protestar, en Madrid, en Barcelona, en Cádiz, en
Valencia, alzando la voz, pidiendo SOS para la ciudadanía, ahora
solo nos queda poner los odios, y pensar, y pensar, y pensar, si
somos capaces de construir un nuevo futuro sobre tantas cenizas,
sobre tanta sangre derramada, sobre tanto sufrimiento generado, ahora
nos toca a nosotros y a nosotras, creer que es posible, que somos
capaces, que aquellos y aquellas que se fueron con miedo a sus casas
salgan de ellas porque afuera hay luz, sol, y sobre todo mucha
sonrisa para construir un tiempo donde el SER HUMANO sea el eje
principal de cualquier sistema, ni la moneda, ni las ansias de poder,
ni las dictaduras mas crueles, tienen que poder, desde LA LIBERTAD,
desde la toma de conciencia, tenemos que ser capaces de cambiar y tú,
que ya lo sabes, no digas que la gente no quiere cambiar, porque si
quiere, lo que tiene es miedo, y cuando tenemos miedo, un abrazo, un
beso, una mano amiga, nos da la ESPERANZA de un futuro mejor, y solo
así comenzará un cambio donde cada uno y cada una de nosotras
seamos realmente protagonistas participes de nuestra historia.
Jose Salvador
Junio 2015
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