Hoy ha sido día de paseo, visitar el centro, el comercial, para comprar un regalo por el cumpleaños de Jesús mi compi de piso, mi hermano, mi sorpresa ha sido encontrar las calles, llenas, Sierpes y Tetuan me recordaban a los mejores tiempos, cuando llegue por primera vez a esta ciudad y vi tanta gente junta para comprar, nunca lo había visto, nunca lo había vivido, después lo he visto y vivido en Madrid y otras grandes capitales, pero en aquel tiempo era mi primera vez.
Comentaba esto con un gran amigo, yo entusiasmado de que esta puta crisis nos deje respirar, nos llene poco a poco los ojos de futuro, de ganas de luchar, de salir adelante, digo estaba en esa ilusión , cuando mi amigo me pregunta ¿Llevan bolsas de comprar la gente o solo entran a ver o a robar lo que pueden?, me empiezo a fijar y si, vuelvo a sonreír, si llevan bolsas, la mayoría andan con bolsas de diferentes marcas, de diferentes tiendas.
Sigo la conversación con mi amigo y me cuenta de un libro editado por un conocido de ambos que habla de la espiritualidad de la izquierda, de ese lugar donde hemos de llegar para ser felices, me habla de la necesidad, según el autor, de ser creativos, pues de esta no nos salvaremos todos y sino queremos ser aplastados por la apisonadora del capitalismo, tenemos que mejorar y rentabilizar nuestros recursos, tenemos que unir capacidades y necesidades para dar respuestas conjuntas y mas colectivas, en definitiva tenemos que poner en marcha I+D.
El autor, como dice mi amigo que le ha hecho una entrevista para Ondeando, se recrea en ese concepto de optimizar recursos y ser creativos, como si a los que se sientan en las Bahamas a dirigir este mundo económico le importara un carajo nuestra creatividad, o nuestra optimización de recursos, o nuestra acción colectiva para abaratar costes, se lo plantea al autor y este le contesta de la forma más capitalista que se conoce, dice, no, no, si eso es solo para salvarte tú. En fin, toda espiritualidad tiene contradicciones, la izquierda no iba a ser menos.
Al llegar a la plaza de la Encarnación, ahora de las Setas, me encuentro otra aglomeración de gente, y no había convocado nada referente al 15M, me extraño, pues ya me parece demasiada gente para un viernes de compras, escucho música conforme me voy acercando y sorpresa, es la tuna, de pronto llega otra, y otra más, pregunto que pasa, porque tanta tuna junta y me dicen que hay en Sevilla un encuentro de tunas.
Las luces de navidad todavía no han sido encendidas, los villancicos no suenan por las calles, en sierpes no hay nadie cantándole al Niño Dios, y la plaza San Francisco no está llena de puestos para figuritas del Belén, pero ya huele a navidad, parece como si la tuna, ese anclado grupo musical del pasado viviendo en la actualidad, anunciara ese momento mágico del despilfarro y el consumo.
Mi amigo me recuerda, que el autor del libro, le dice que en la Revolución Francesa se pidió Libertad, Igualdad y Fraternidad, que la libertad ha llegado con la desaparición de los sistemas feudales y puesta en marcha de las democracias, que la Igualdad llego con la puesta en marcha de los sistemas comunistas, pero la Fraternidad, la Fraternidad está por llegar, y ahí entra la navidad de este año, seremos más fraternales, no dejaremos caer en un momento tan “diferente” al amigo, o al familiar que por causa y consecuencia de esta crisis, no tiene para celebrarla, no tiene para regalos de reyes, más aún, no tiene ánimos para cantar por un futuro mejor. Seremos más fraternales, mucho más y estoy seguro que no dejaremos caer a nadie que se encuentre a nuestra vera.
Me paré en la tienda china de móviles, y compre una alfombrilla para mi ratón, el del ordenador. Cojo mi bici en la plaza de San Pedro y me voy a casa, con mi regalo, yo también llevaba bolsa, esta ciudad tiene muchos funcionarios y eso se nota en las bolsas, en las compras, creo yo, al llegar a casa, cansado de la bici, sudoroso, la noche era para manga corta, me lanzo al sofá, quito mi sed con agua fresca y miro la tele, hago zapping, nada me hace pararme canal 24 y aún sigo zapeando, vuelta para atrás, y de pronto, me paró una negra mujer, es decir, una mujer negra, parece que me está mirando que me está hablando, es MAMA TUNZA, una historia desde el África más pobre, desde las entrañas más profundas y miseras de la tierra, una historia para conocer. En la próxima entrada, te cuento la historia. Ahora voy a cenar algo y a pensar que es eso de la creatividad que también me lo han dicho en mi trabajo, me lo dijo ayer un guaperas con el que tuve un buen polvo, me dijo “me has gustado porque has sido muy creativo” ¿creativo? Pensé yo, y aún, lo estoy pensando.
Jose salvador.
Noviembre 2011
