Llegado primero de mes, con tantos acontecimientos televisados, que uno a veces no sabe si vive en un país de cachondeo o es el cachondeo el que se ha adueñado de este país. Encendida la televisión con peleas de falsos profetas de la modernidad provenientes del antiguo régimen (franquista) y locutores pasados de rosca, abrazando la modernidad del cambio de roles, modernos programas fotocopiados de antiguos demandados, repeticiones por doquier, fuegos sin apagar, vuelta el terrorismo a justificar su presencia con la muerte; lo dicho, uno no sabe si vive o se deja vivir por estos tiempos.
A todo esto ando yo liado preparando mis días de asueto (por aquello de antiguo) para que sean realmente de descanso, un espacio para estar y conocer a aquellos que la vorágine del día a día no ha permitido dedicarles un beso cercano, me gustaría también abrazar cuerpos, unos con cariño por el tiempo que ha transcurrido desde la ultima vez que nos vimos, y otros con deseo, con pasión, con calor; quiero también que mi cuerpo huela a mar, a Mediterráneo mezcla de sal y sol, aunque uno no tenga ya el cuerpo para lucirlo mucho; poder dedicar un poco de espacio a escribir sobre lo que veo, lo que pasa, lo que siento, lo que voy conociendo nuevo; Compartir un ron con limón y un rato de charla con mi amigo Luis y con Willy, para hablar del futuro, de ese que es presente pero un poco más lejano.
Hablar de cuba, como hablan las habaneras de Cádiz “Las olas de la caleta que es plata quieta, rompían contra las rocas de aquel paseo que el bamboleo de aquellas bocas lo llaman el Malecón”, porque mi amigo se va a visitar la isla, y quiero que me cuente todo, de que color son los manteles que se ponen en la mesa, como son las sillas y las ollas, a que huele la Habana, como es el culo de los negros caribeños, y la radio de que habla, a que sabe el Malecón, es verdad, “Que la Habana es Cádiz con más negritos y Cádiz es la Habana con más salero”. Quiero saberlo todo, pero lo que importa, la vida, la gente, los besos que vas a robar, el corazón que te van a romper, pero sobre todo quiero que me cuentes, a que hueles después, ¿a que hueles?.
Estos días de vacaciones quiero teneros cerquita, casi tocaros, o por lo menos pensar que os toco, a Gonzalo (que más quisiera yo), a Jesús, Dani, Guille, David, y no pongo ningún nombre más porque pensareis mal. Espero que me visite mi amigo Fernando, y pasará unos días conmigo desde la Francia mi amigo Frank, que conocerá Almería, sus manteles y sus tapas, sus cuestas y sus sudores, pero sobre todo su aroma, para que vuelva. Martín Susi y Martinito, serán este año invitados de honor, (Martinito solo tiene pocos meses) conocerán Almería con su hijo. Y desde Málaga, Alejandro.
Miguelito, es el nuevo miembro de la plebe, de mi familia, casi nunca he hablado de ella así que hoy toca nombrarlos, pues el verano también consiste en visitarlos, ellos viven en Almería y yo en Sevilla, a mi mama Lola, mis hermanos Fran, David, Juan Carlos, Loli, Miguel Angel, Fernando y Javier, sus parejas, Lola, Toñi, Antonio, Bea y Maria, y mi cuñada La Jose. Y mis diez sobrinos, jejje
En fin, que comienzo el lunes mis vacaciones, que estaré con el culo al aire, pero sobre todo, que lo estaré pasando bien, así que besos y os espero en este rincón del mundo, con olor a gente, a gente de la buena, de la que gusta oler.
Un beso ( y a partir de ahora crónicas de verano). Ya os contaré.
Jose Salvador, primer día del mes de agosto.
