Cansados los pies de tanto andar, echado sobre los hombros la experiencia vivida en este casi mes de verano, conocido las experiencias de otros, lavada la toalla del color de la lluvia con sol, y comenzada la maleta a rehacerse. El verano no empieza sino que acaba, ahora a recoger sus frutos, es decir, a vivir otro rato largo de cambios de estación. Pronto volvemos a la cotidianidad del día a día, intentaré reflejar el alma menos comedida y sobre todo la palabra un poco más audaz.
2 comentarios:
Ya vamos regresando todos poco a poco a comenzar con nuestras rutinas. Un beso
Entiendo prefecto lo de los pies!!! Yo este verano estuve recorriendo y caminando muchísimo!!! Ahora estoy en uno de los hoteles baratos en venecia, pero estuve recorriendo toda Europa!!!
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