Las huelgas o se ganan o se pierden, lo complicado es saber cuando se ha ganado y cuando se ha perdido. Si es por la participación, los contrarios a la huelga, es decir los empresarios, juegan con ventaja, pues ellos tienen en sus manos el futuro laboral del currito que protesta contra algo que le parece injusto, además para que la huelga no le suponga ningún coste laboral al empresario, el trabajador, la trabajadora paga todos los costes de la misma siendo estos descontados de su salario, una media, según fuentes oficiales, de 113 euros, es decir, un coste alto, que si los multiplicáramos por los 30 días de un mes, andábamos todos cobrando un pastón, pero como digo, no se descuenta el día de trabajo solamente sino todos los costes de la huelga, (seguridad social, parte proporcionales de pagas extras, plus, etc...). ¿Entonces porque se quejan los empresarios y el gobierno y ponen dificultades para el ejercicio Constitucional de la huelga? Sencillo, al poder, sea cual sea este, nunca le ha gustado que la ciudadanía pueda darse cuenta que en la realidad el poder la tiene ella, en las elecciones eligiendo a otros políticos y en el consumo eligiendo otras marcas o empresas donde comprar.
Una huelga se gana si se consiguen los objetivos por los que había sido convocada, pero claro, si tenemos en cuenta la reflexión anterior, difícilmente se van a conseguir, jamás dará el poder, sea cual sea este, muestras de estar en debilidad, por lo tanto, tendremos que utilizar otros indices para evaluar el impacto de la huelga.
A modo de ejemplo van algunos, la presencia en manifestaciones convocadas, si los participantes son muchos la huelga tiene respaldo ciudadano, otro indice, el consumo de energía, si este baja a un día de fiesta, es que la huelga ha sido respaldada por la industria, es decir, la parte productiva del pais, y por último el sentir, si son muchos los que dicen que la apoyan pero por miedo a ser despedidos, o señalados en su empresa ya que son pocos y no todos hacen huelga, no acuden a la misma pero si la apoyan, es decir, el sentir esta con la huelga aunque no todos los hechos.
Otro indice seria la paralización de lo público, el transporte, las oficinas administrativas, las haciendas, ayuntamientos, diputaciones, etc. Pero esto no suele ocurrir, los funcionarios, que tanto se quejan después de que el ciudadano de a pie, el currito de la parte productiva, de la parte que genera ingresos, los ve y los mira mal, pero ¿No será que el funcionariado se ha sentido de primera clase, se ha sentido estirpe aparte? Miremos las cifras de hoy, muy muy muy pocos funcionarios y funcionarias han secundado la huelga ¿eso os debe decir algo?, tened cuidado los presupuestos generales están muy cerca de vuestros salarios, y vuestro patrón, es el mismo que está volviendo a convertir en casi esclavos a vuestros hijos e hijas, tened cuidado, que si el patrón es el mismo, tarde o temprano tendréis que salir a la calle a protestar, y a lo mejor, nosotros no estamos.
Ha calado en la concepción general que los sindicatos son malos, que son enchufados, que son liberados a sueldo para no trabajar, que son niños del régimen, que solo viven de las subvenciones, etc... ha calado hondo entre la ciudadanía, como caló que el comunismo tenia rabo y tridente, o como cala que los jóvenes son borrachos y drogatas que solo quieren vivir de sus padres, o como está calando que la culpa de la crisis es tuya por comprarte una casa donde vivir. Reflexionemos y veamos desde donde nos llega el mensaje y sobre todo, antes de poner la diana sobre el enemigo, hagamos un buen juicio, porque muchos inocentes han muerto por lo que parecían demostrando después de estar enterrados su inocencia. Los sindicatos es lo que nos queda a los y las trabajadoras para defendernos colectivamente del monstruo que nos está puteando, si no te gusta como lo hacen, afiliate, participa y cambialos, pero nunca, y digo nunca, tires piedras sobre tu propio tejado porque al final alguna te escalabrará.
Y sí esta HUELGA, en estos tiempos que corren, la HEMOS GANADO, digan lo que digan, los y las trabajadoras de este país, hemos dicho, por ahí no, Rajoy, por ahí no.
PD: Sevilla, se me hace diferente y a la vez propia, estando en la manifestación muchas de las conversaciones de los manifestantes eran sobre el número de cofradías que saldrán a la calle este año por el tiempo, sobre la participación como nazarenos o costaleros, en algunas de ellas. Sevilla, tiene eso, que la izquierda mientras protesta con el puño cerrado y gritando, con el corazón mira al cielo para que no llueva y su Virgen y su Cristo en una semana, esté de nuevo por las calles de esta bella ciudad escuchando el silencio de sus gentes.
