BUSCANDO BESOS ENCONTRE HUMEDAD

Este espacio lo utilizo para escribir lo que me apetece, a veces, tiene que ver conmigo y otras con lo vivido sin ser el protagonista, pero siempre estoy de acuerdo con reflexionar sobre lo escrito.

al otro lado del teclado estoy yo y quien me lee, ojalá algún dia la humedad solo sea de los besos que me das.

viernes, noviembre 27, 2009

CAÓTICO OTOÑO


El otoño, este absurdo y caótico otoño, donde nada es lo que es, ni siquiera aparenta serlo, todo forma parte de un sin fin de banalidades superfluas que lo hacen diferente, nos lleva a convertirnos en caóticos, seres diferentes, más de lo que ya podíamos serlo, el calor no se va del todo y termina por inundar nuestros espacios mas fríos, necesarios para mantener a ralla nuestro calor corporal, las hojas de los árboles se han vuelto perennes, ya no caen con intensidad, y para colmo, la gripe se llama de otra manera, nos alerta la salud y nos retrotrae a la época del miedo a lo desconocido, ese miedo insuperable, por mucho que la información llegue a su destino.

Este Otoño, esta acabando con la certeza de que todo estaba escrito, o por lo menos previsto, ya no valen los abrigos de temporada, pues la temporada dejo de existir, ni valen los medicamentos previstos para resistir la ardua tarea de estar vivos, ni siquiera nos han servido las libretas donde guardábamos las hojas secas que año tras año nos recordaba al nuevo amor conquistado, a punto de caer de lo alto del pedestal al que lo habíamos subido.

Uno no sabe a ciencia cierta, si ha hecho lo que tenia que hacer, miro hacia atrás y me siento orgulloso de lo realizado, pero soy incapaz de explicar porque, más aún, no sabría explicar muy bien que es lo que he hecho, y suelto una sonrisa cuando miro atrás y recuerdo cada paso que he dado.

Tengo la eterna sensación de haber dedicado poco a tiempo a mi yo, a ese espacio en la que pones en el mismo plano el alma, el corazón y la cabeza, el alma que es aquello que no vemos, que sentimos, que sabemos que está ahí, que nos hace diferentes de los demás, que nos da vida propia a cada uno, a cada una.

El corazón órgano que crea el absurdo que va desde la más ruin de la dejadez propia ante el ser amado, hasta la capacidad de golpear en el lugar más tierno de nuestro ser querido, destrozamos vidas como el otoño deshoja el árbol más robusto, a quien mirábamos tiernamente mientras dormía y esbozando una sonrisa por tanta felicidad, somos capaces de hundirlo en la mas absoluta de las miserias, esa es la grandeza del corazón, dejarnos la piel en querer y odiar cuando el amor se nos da la vuelta.

Y la cabeza, complicada pieza de este puzzle, continuamente ahí, pecando de presencia, recordando cada uno de los elementos que han de ser tenidos en cuenta para equilibrar el deseo, la palabra con los hechos, difícil y a veces imposible tarea, equilibrio que ha llenado de personas descabezadas los psiquiátricos, equilibrio difícil de alcanzar, que provocaron la locura a poetas, pintores, cantores, y en ese estado dieron sus mejores frutos, en ese espacio que va del todo a la nada, pero es cierto, que muchos no han podido volver de ese complicado viaje, se quedaron en la nada para nosotros, quizás en el todo de ellos, hemos dejado de comprenderlos, ni siquiera cometemos el error de intentarlo, tenemos tanto miedo a descubrir que la locura esté en nosotros, tanto miedo en tambalear el mundo que hemos construido, que obviamos esa capacidad de comunicación y dejamos solo y exclusivamente al azar el volver a ser parte de nosotros, mientras, serán recluidos donde el mundo solo es su mundo.

El otoño es así, caprichoso, con el alma, con el corazón, con la cabeza.

Espero que pase pronto esta sensación desagradable de encontrar el alma llena de penumbra, fría, con telarañas que forman las personas que hemos dejado en el espacio de la locura, o por lo menos esa es la sensación que tenemos. El corazón que no nos ha dado para querer, sino para usar, y hoy, no sabemos que hacer con tanto amor usado, y la cabeza, esa no para, por eso escribo, porque necesito ir vaciándola poco a poco, ratito a ratito. Y a pesar de todo, me gusta sentir tu alma, beber de tu corazón y apoyar mi mirada en tu cabeza.

Jose Salvador
Noviembre 09 Otoño diferente

miércoles, noviembre 04, 2009

No sobre nuestras paredes


Atenta. No educa

Cayó de las aulas, bajó de las paredes, dio la sentencia coherencia a lo que durante siglos miles de personas han creído. Pero sobre todo, la persona que estaba clavada en esa Cruz, esa persona por fin, se siente libre, ya no hablarán más de él “como el muerto, como el crucificado”, ahora les tocará contar su vida, les guste o no, ya no podrán hablar de él como un castigo divino, como alguien a quien temer, sino, como alguien a quien conocer, y desde esa libertad, y solo desde la libertad que da el conocimiento, podremos decidir.

¡Bajar todas las cruces! Que no quede ninguna sobre vuestras paredes y subid a la memoria, al estudio, aquello que lo hizo fuerte, “sus ideas, sus acciones, su gente”.

Por fin, dos mil nueve años después, lo han bajado del madero, ya era hora. Nadie en la historia había sufrido tanto, y menos, por los suyos, por sus propios seguidores. Nadie ha estado crucificado por los siglos de los siglos. Amén.

(con motivo de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo o Corte Europea de los Derechos Humanos).

Jose Salvador
Después de todos Los Santos.