BUSCANDO BESOS ENCONTRE HUMEDAD

Este espacio lo utilizo para escribir lo que me apetece, a veces, tiene que ver conmigo y otras con lo vivido sin ser el protagonista, pero siempre estoy de acuerdo con reflexionar sobre lo escrito.

al otro lado del teclado estoy yo y quien me lee, ojalá algún dia la humedad solo sea de los besos que me das.

miércoles, marzo 19, 2008

CRONICA DEL ABANDONO


El techo seguía blanco, engrandecido por la redonda lámpara de papel que presidía el medio de aquel caos, daba pánico mirar hacia abajo, allí estaban los recuerdos de los últimos años, de sueños, sueños recordados a veces y otras olvidados con un abrir de ojos.

El viejo aparato de aire le daba a aquella habitación un toque de apartamento de verano, de casa no permanente, aunque lo había flanqueado por dos ramas de bambú que le daban un toque verde a tanta uniformidad de color en paredes y techo. Aquel hueco eso trozo de cuarto, tenia aspecto de santuario, allí estaban colgados con viejas chinchetas sus recuerdos. Quizás todo lo que era y estaba construyendo, sus raíces.

Las postales amarillentas del sol del mediodía y del paso del tiempo, de sus playas, de su ciudad, de lugares por donde paso o trabajo, su bandera política, la tricolor, alguna máscara como las que utilizaba a veces para no ser dañado. Otras postales de la lejanía, del otro lado del charco como él llama al océano, de su hermano, como gusta llamarlo, de un poquito de él.

La tela de aquella vieja cometa que un día fue lámpara rompía la uniformidad cuadrada de aquel santuario, a veces le costaba tirar a la basura restos de recuerdos que ya vivieron su momento, aquel trozo de tela era un vivo ejemplo. Solo una persona tenía el privilegio de presidir aquel trozo de pared, un trozo de vida, esa persona solo podía ser ella, la única capaz de dar color humano a su vida en aquellos momentos, venida de lejos, de muy lejos, para construir un microcosmos de felicidad, radiando esperanza desde aquel pelo alborotado y esos infantiles grandes ojos, una sonrisa que cubría todo el espacio vital de aquel cuarto, una sonrisa como cuando el edredón de plumas nos cubre con suavidad una fría noche de invierno, o como esa brisa marina de agua y sal que nos recorre la espalda en la tarde más soleada de un caluroso verano.

Era un privilegio el conocerla, el poder compartir parte de su historia, de sus momentos, no podía ser de otra manera, tenía que ocupar aquel espacio central.

El armario demasiado grande para alojar las pocas prendas, la mayoría fuera de temporada, que utilizaba para cubrir su cuerpo, aun así siempre lo tenia lleno, no había tirado ni aquel viejo chaquetón que compro para el frío a su llegada a aquella mística ciudad, donde la tradición le había ganado la batalla a la razón de la modernidad.

Un armario demasiado pesado, cargado hasta el techo de viejos papeles donde contaba, como lo cuenta un extenso diario, lo que había sido su trabajo aquellos años y también parte de su vida, junto a ellos, viejas cajas de cd, maletas de viaje, y algún que otro lienzo esperando ser pintado.

De cabecero, un toque oriental, la Gran Muralla China y un jardín rojizo, influencia del amor, junto a una gran bandera del arco iris que reivindicaba su identidad, una bola pequeña de discoteca años 70, dos grandes dados de goma espuma, unas letras en chino o en arameo, aunque era igual porque el no sabia leerlas, aunque entendía perfectamente lo que significaban.

Un viejo Trasgo descolocándolo todo, cambiando de lugar hasta el polvo, haciendo del espacio su fiesta y de los objetos sus juguetes, un travieso duende asturiano. El sonajero de cerámica y madera, ya viejo por el tiempo transcurrido, se escondía tras la cortina que lo cubría de su desnudez ante el vecindario.

La silla negra, la mesita baja, la lámpara comprada en las ofertas de unos grandes almacenes, “la fortuna de Matilda Turpin”, al agua embotellada, el reloj-despertador, la jarapa azul bajo la cama, cerraban aquel cuadro de uno cincuenta, el espacio donde tenía sus sueños, su gran cama.

Aún quedaba el viejo ordenador y aquella blanca estantería llena de libros ya leídos y de rápidos arreglos de cuarto, todo lo que estaba por medio acababa alojándose entre sus estantes.

Zapatos en el suelo, zapatillas bajo la cama, babuchas de cuero bajo la negra silla, bombo de ropa sucia y polvo, mucho, mucho polvo.

Así es él, observando aquel cuarto, quien lo conoce no tiene la menor duda, es su espacio, su lugar de vida, su territorio, y ahora lo tenia que abandonar. Volver a buscar cuatro paredes, darle vida, crear espacio, trasladar su santuario, pero y los sueños, los olores, los placeres y los sudores de aquel cuarto, como se empaquetaban, como podía trasladarlos de lugar.

Una lágrima desde su mejilla cayo al suelo y comprendió que igual que aquella lágrima se evaporaría y entraría a formar parte de la inmensidad del espacio en forma de gas. Sus olores, sus sudores, sus placeres, sus risas, sus alegrías, sus ratos, sus vicios, leyes propias y lecturas ajenas, vividas allí, se transformarían y formaran parte del espacio de aquel espacio, que era en si mismo un universo.

Dio la vuelta, abandonó despacio la habitación, volvió la cabeza, miró de nuevo aquel cuarto y sonriendo siguió su camino, quedaba poco tiempo y había que buscar un nuevos espacio, un nuevo universo.

Crónicas del abandono
del cuarto deshabitado
del alquiler acabado

Jose Salvador
Semana Santa 2008

sábado, marzo 08, 2008

miércoles, marzo 05, 2008

CONTRA LOS INTEGRISMOS, VENGAN DE DONDE VENGAN


La cenicienta llevaba demasiado tiempo probándose los zapatitos de cristal, quería ser la jefa de toda la manada, no le bastaba con mandar, quería aparecer como la gran jefa, la MADANE, y así ha sido, por fin lo ha conseguido.

Hoy manda ella, la mas cerrada de todas las princesas propuestas para el trono, la mas intransigente, la mas fascista en las ideas, la más integrista en las formas y en los hechos.

Por todo ello, durante tu mandato me borraré de tu reino, y a partir de hoy se suprimirán de todos los rezos “Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino” porque no queremos que este reinado este entre nosotros, entre la gente de bien.

Hoy ha nacido entre nosotros el mal, luchemos contra él, ya sabemos que solo lo quita del medio la LIBERTAD, ejerzámosla hoy más que nunca.

Jose Salvador. Marzo 2008

Nota: Escrito al oír la noticia de que Rouco Varela era el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española. Todos sabemos quien es la Cenicienta.

Los olvidos de Rajoy



Hola, soy la niña de Rajoy...
.
..Es que si él gana:

Se le ha olvidado decir que si mis papás son dos papás o dos mamás, me llevarán lejos de ellos.



Que si me quedan asignaturas en el curso donde más abandonos hay, me pasarán a una clase de "tontos".



Que me podrán meter en la cárcel a los 12 años.



Que mis papás tendrán que firmar un contrato de ciudadanos de segunda si no son de aquí, como yo.



Que tendré que hacer una cola diferente a la de los enfermos de pago en sus hospitales.



Que no podré abortar como si no fuera dueña de mi cuerpo.



Que no me podré casar si me enamoro de otra chica, o adoptar a otros niños y niñas como yo.



Que cuando sea viejita, o si estoy muy enferma, no querrá mantener una Ley de Dependencia para que pueda vivir dignamente.



Que cuando me muera, lo haré entre horribles dolores porque mi médico no querrá que le persigan como a un asesino.



Que tendré un sueldo inferior al de los hombres porque el PP ha recurrido la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres aprobada por el PSOE.



Pero me ha hecho mucha ilusión que Rajoy me mencione en la tele. ¡Gracias, Mariano! En algo te pareces a los niños: En la falta de madureZ


Nota: Difundido por la red