MALDITAS TUS PALABRAS, MALDITA TU.

Maldita seas tú y tu casta, y toda tu familia, lo digo con conocimiento de causa y sabiendo lo que digo, maldita tú y tu gente, que sobre vosotros aparquen las plagas de Egipto, que vuestras conciencias, que vuestros cuerpos cuidados por el dinero, y sobre todo que sobre vuestra felicidad caigan los males de la tierra, que tú y tu familia seáis el vivo ejemplo de lo que nadie quisiera sufrir. Porque solo así, y de ese modo, quizás podáis pagar todo el daño que nos habéis hecho, con vuestras leyes, con vuestras propuestas, con vuestros pensamientos. Quizás y digo quizás, podáis 20 generaciones después, volver a ser felices como lo sois ahora.

Te deseo todo esto, después que te han entregado la medalla de oro de tu comunidad, y te lo deseo después de decir públicamente que cada pellejo se salve como pueda, pues venderías toda la administración pública, (hospitales, investigación contra enfermedades, escuelas públicas, universidades, centros sociales, centros para la mujer maltratada, centros de ayuda al toxicómano, viviendas sociales, programas de ayuda al menor, ….. que hemos pagado entre nosotros y nosotras, pues tu familia, que abrazo las mieles con el dictador, puso a buen recaudo sus bienes, como la monarquía puso los suyos en el extranjero, como el ex tesorero de tu partido en Suiza, como los concejales, jueces, policías, de uno y otro signo que han robado y expoliado aquello que hemos ido dejando en vuestras manos para que lo gestionarais, repartierais entre los que menos posibilidades tienen, …...

Maldigo tu casta, y te maldigo a ti, y todo lo que representas, se acabó aquello de politicamente correcto, pues ni a ti, ni a los tuyos os tiembla el pulso para desahuciar a familias, enriquecer a los banqueros, hacer millonarios a vuestros consejeros y aplaudidores de vuestras “ocurrencias”, nos os tiembla la mano, ni os quita el sueño, convertir nuestro estado, nuestro país, nuestra democracia en una marioneta solo y exclusivamente al servicio del mas poderoso, por todo ello, porque os lo mereceis, os maldigo, a tí y a los tuyos y a los que son como tú.

Que el peso de la Historia caiga sobre tu apellido y se lea en los libros lo inhumana que has sido con tus contemporáneos, y ahora llama a tus amigos jueces y dices que esto es nazismo, o terrorismo, o cualquier otra palabra que creas que socialmente sera reprochable, porque, vuelvo a repetir, ni con todos los jueces, nombrados por vosotros, a tu favor, podrás cambiar la Historia ni los crímenes que has cometido.

Dedicado a Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, Condesa consorte de Murillo y grande de España.