BUSCANDO BESOS ENCONTRE HUMEDAD

Este espacio lo utilizo para escribir lo que me apetece, a veces, tiene que ver conmigo y otras con lo vivido sin ser el protagonista, pero siempre estoy de acuerdo con reflexionar sobre lo escrito.

al otro lado del teclado estoy yo y quien me lee, ojalá algún dia la humedad solo sea de los besos que me das.

lunes, abril 03, 2017

¿ESCRIBIR?







Era de internautas, Instagram y Facebook, los washapps y los amigos y amigas, los emails, los grupos y el trabajo, los cambios de hora, el sol, la luz hasta las tantas en la calle, los bares y sus tapas, las fiestas, cumpleaños, Semana Santa y Ferias, la tele y sus secuaces, la familia, los hijos e hijas paridas, los que llegan y los que se van, las desganas y el sofá, el café a media tarde, las clases del gym, la sauna, el destemple, los pasteles, las risas y las pocas ganas, los viajes, las paradas, todo o nada.

¿Escribir? Después de todo eso, pocas ganas, o todas o ninguna, sentarse juntar las letras, darle sentido a las palabras, hambre en Sudán, Independencia en Escocia, referéndum catalán, atentados en Londres, Brexit y Trump, muerte al planeta, conquista del espacio, entrega de comida en los supermercados, violencia de género, micromachismos integrados, trabajo a destiempo, riqueza empobrecida del que curra cada día, miles de palabras para juntar y jugar, y leer y escribir.

La vida vuelta hacia adelante no se para, para nadie, no deja lugar a dudas su destino es avanzar nos guste o no, y aquellos que no avanzan, aquellas que se quedan atrás, la vida, esta, la que tenemos no espera, sigue hacia adelante, ni Miguel, ni Ramón, ni Luis, ni Vanesa, ... pudieron esperar, mejor dicho la vida, la que tenemos, la que conocemos, no los espero, los dejo tirados en la cuneta, ahora solo nos queda el recuerdo y la memoria. Recuerdo para sentirlos cerca y memoria para que no se olvide su paso por esta nuestra vida.

Escribir, es jugar con las palabras para expresar lo que el corazón, músculo vital, es capaz de sentir, escribir, para que la memoria no traicione ninguna de nuestras experiencias y lo vivido sea fruto de nuestro presente e impulso para encarar el futuro. Escribir para dejar dicho, como una sentencia judicial, lo que quisimos y no fue o lo que fue y no quisimos, escribir para relatar cada una de las letras que nos entraron a traición unas veces por la cabeza, otras las más, por debajo del pantalón,

Escribir porque muero en cada letra que dejo, pero revivo en cada una de las que me guardo, si no escribiera no moriría pero tampoco estaría vivo, escribir porque me da la gana, por pereza y por desgana, escribir para joder al escribiente, al poeta, al novelista, al premio Nobel, escribir para aprender, escribir porque nos falla la palabra.

La palabra, las letras, la escritura, mil y una formas de expresar lo que fuimos y seremos, lo que amamos, porque hablar, solo hablamos de amor, sea este amor filial, amor de vida, amor de lucha, amor de amar, o desamor, por el que odiamos, o lo que odiamos, desamor por el poeta muerto o por la poesía encadenada, desamor por el padre maltratador, por la madre alejada, por el hermano olvidado. Amor o desamor, no sabemos nada más de la vida que esas dos simples palabras, resumimos nuestra historia, la de la humanidad en esas letras, amor en los cristianos, de su Dios por la humanidad, desamor muerto en la Cruz, amor de Adan y de Eva, desamor por la manzana prohibida, amor de Sor Ines de la Cruz, desamor por la Vizrreina de Mexico.

Amor por escribir, desamor del escribiente, musas por amor, amor por desamor, miles de libros, millones, canciones más que rayos tiene el sol, pero todas cogidas de una en una (como dijo el poeta), todas repito, hablan de amor o desamor.

No se que escribir, ni que contar, me atonto ante letras que no entiendo, me duele la cabeza ante palabras que no existen que no salen, no se que escribir mientras estoy escribiendo.

Después de todo, ¿quién me está leyendo?

Primavera de 2017, en plena cuaresma del mes de abril.
Jose Luis Salvador Castelo


1 comentario:

Anónimo dijo...

Escribir para lo que se lea hoy o mañana o pasado. Mañana voy a recitar a Hernández, al gran Hernández, seguro que cuando escribió sus poemas no pensó que por esta altura del milenio, alguien le recitaría en un sitio nuevo. ¡Claro, él es Hernández! Pero todo texto que perdure podrá ser leído, releído. Yo a veces escribo para explicarme a mi. Si te pusiste a escribir: tenías ganas.