Que triste la vida si la tienes que dejar sin querer, sin estar preparado para ello porque no te había llegado la hora biológica, pero una mala célula convirtió tu cuerpo en un mal y no quedando mas remedio te tienes que marchar, que triste se te vuelve el alma, hasta para hablar de ello te inunda la tristeza. Nos hacemos conscientes poco a poco que tenemos que abandonar, y ahora si, echamos en cuenta a la ciencia y le pedimos que ya que no ha podido curar nuestro mal, que por favor no suframos mas, que nos cuiden hasta el final, que no nos abandonen en una habitación oliendo a formol y betadine, que nos quieran todos los días, y cuando empecemos a sufrir que nos duerman, y nos cuenten cuentos durmiendo, y nos abracen y nos digan lo que nos quieren, pero durmiendo, sin sufrir, sin sentir dolor, porque el amor seguro que lo sentimos.
Escribo esto porque ha salido la sentencia del “caso Lámela”, donde INJUSTAMENTE se acusó a un grupo de médicos de matar a los pacientes que pasaban por urgencias. Hoy la sentencia a demostrado que nos lo mataban sino todo lo contrario, los querían, los amaban, los abrazaban, en definitiva los trababan como personas, y por eso, solo por eso, los dormían para que despertaran en otros sueños mas felices, en otros lugares, mucho más allá de lo que sabemos, pero también mucho más cerca de lo que conocemos.
Vivan los médicos que nos quieren como somos y nos tratan sin mirar nuestra cuenta corriente.
Abajo los políticos que han convertido la sanidad en un negocio, (la Presidenta de Madrid Dª Esperanza Aguirre a al cabeza, privatizando la gestión de los hospitales públicos de la Comunidad que gobierna) la política en un catecismo, y han querido que muramos con dolor porque si somos pobres tenemos que sufrir, Ojalá el destino les haga a ellos y a ellas sufrir cada noche cuando al cerrar los ojos escuchen todos los gritos de aquellos y aquellas que mandaron al sueño del dolor en vez de al sueño del amor.
Quiero vivr dignamente, quiero morir con dignidad.
Jose Salvador
Madrid febrero 2008
Escribo esto porque ha salido la sentencia del “caso Lámela”, donde INJUSTAMENTE se acusó a un grupo de médicos de matar a los pacientes que pasaban por urgencias. Hoy la sentencia a demostrado que nos lo mataban sino todo lo contrario, los querían, los amaban, los abrazaban, en definitiva los trababan como personas, y por eso, solo por eso, los dormían para que despertaran en otros sueños mas felices, en otros lugares, mucho más allá de lo que sabemos, pero también mucho más cerca de lo que conocemos.
Vivan los médicos que nos quieren como somos y nos tratan sin mirar nuestra cuenta corriente.
Abajo los políticos que han convertido la sanidad en un negocio, (la Presidenta de Madrid Dª Esperanza Aguirre a al cabeza, privatizando la gestión de los hospitales públicos de la Comunidad que gobierna) la política en un catecismo, y han querido que muramos con dolor porque si somos pobres tenemos que sufrir, Ojalá el destino les haga a ellos y a ellas sufrir cada noche cuando al cerrar los ojos escuchen todos los gritos de aquellos y aquellas que mandaron al sueño del dolor en vez de al sueño del amor.
Quiero vivr dignamente, quiero morir con dignidad.
Jose Salvador
Madrid febrero 2008
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