A FAVOR

Aminatou Haidar, la activista saharaui que más galardones internacionales ha cosechado, lleva 28 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Tenerife, exigiendo su derecho a volver a El Aaiún, donde viven su madre y sus dos hijos, de 13 y 15.

Según se transmite por los medios de comunicación, es la lucha de una mujer por el derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui. Sin conocer muy bien, todo este lío de los estados, fronteras, derechos de países en vez de personas y todo eso, y conociendo, poco, la historia oficial de España cuando abandonó a su suerte ese territorio, ese trocito de África. Me cuesta dar una opinión clara, pero si me puedo posicionar, en primer lugar a FAVOR: de aquellos y aquellas que quieren su territorio libre de amenazas y de ejército marroquí. A FAVOR: del derecho de los pueblos a buscar como colectivo su propio destino. A FAVOR: de la libre voluntad de elección de los habitantes del Aaiún para ser y estar.

Una vez dicho todo esto, si hago una reflexión, con dificultad, pues una mujer está jugándose la vida en una pequeña habitación prefabricada de un aeropuerto del estado donde vivo, y así, quién es el valiente que teoriza sobre derechos, países, libertades, ideas, sentimientos, cuestiones, legalidades, pasaportes, nombres, ejércitos, monarcas, etc.. ¿quién?, Lo importante es que la Sra. Aminatou deje su huelga de hambre, vuelva junto a los suyos, en su territorio, y allí junto a ellos y a ellas siga luchando por lo que considera justo. Ahora es tiempo de eso, de que vuelva, de que abrace a los suyos, y después, el ahora de después, la reflexión. Y yo quiero hacerla aquí:

Siempre me negué a morir por mi país, por su bandera, por sus colores, por sus principios o por sus ideas, no quiero, dedicar ni una gota de sangre, de mi vida, a luchar por eso, por ese invento llamado país, o nación, o estado, o territorio. Pero sería capaz de dejarme hasta el último girón de mi piel por la libertad de las personas que habitan este a veces inhóspito territorio, por sus derechos, pero derechos con nombres y apellidos, con caras. Derecho a tener un trabajo digno pero no a costa de la dignidad de otros en otros territorios. Derecho a tener una vivienda digna pero no a costa de que otros vivan en chabolas. Derecho a una alimentación suficiente y sana pero no a costa del hambre endémico de otros territorios. Derecho a ser feliz pero no sobre las lágrimas de otros seres humanos. Derecho a ser libres pero no sobre el sometimiento de nuestros semejantes.

Por todo ello Aminatou, sigue luchando, como muchos y muchas luchamos cada día, con ese trocito de raciocino que nos da la inteligencia, por las injusticias que sufrimos los seres humanos, lucha, y seguro que me encontraras en ese camino, a veces con ganas y otras con desesperanza, pero ahí, al frente, con millones de dudas sobre lo que hago, pero haciendo, pero, ¿por un trozo de tierra, por la bandera en un pasaporte, por el nombre de un territorio?, ¿por eso?, por eso yo no me mojo.

Libertad para las mujeres y los hombres del pueblo Saharaui y su permanente derecho a la felicidad como seres de este planeta. Para cada uno, para cada una, con sus miradas, sus sonrisas y sus tristezas, con sus nombres y sus ideas, con su idiosincrasia.

¡LIBERTAD PARA LAS PERSONAS
DEL PUEBLO SAHARAUI ALLÁ DONDE ESTÉN!

Jose Salvador

Diciembre 2009